Cuarto día: la Warner

Por la mañana los chavales se han despertado tarde, a las 8 y media en vez de a las 8, porque no les ha sonado el despertador (claro, hay que tener en cuenta que esta noche ha habido déficit de móviles), así que han tenido que ducharse a toda prisa y no les ha dado tiempo a secarse el pelo ni a hacerse las planchas (chicas y chicos, porque hay algunos más presumidas que muchas), y claro, varios han bajado tarde a desayunar (de hecho Andoni, Aritz, Álvaro, Gorka, Xabi y Ander ha bajado tan tarde que han bajado directamente con las maletas...) y María ha tenido que echar un rapapolvo a Mireia por ser la última, y encima la pobre ha tenido que cumplir el mandato por haberse quedado con el llavero la noche anterior, así que menudo comienzo de día. Ella, Raissa y Maialen han tenido que ayudar a los chóferes a meter las maletas en los autobuses, pero que no se quejen, menos mal que no les ha pasado como a los del día anterior, que tenían que cumplir un mandato mucho mas difícil y como no pudieron hacerlo Iker, Mikel y Markel han tenido que recoger todos los platos del desayuno, y Javi como no ha bajado a desayunar ha tenido que ayudar a recoger todas las sábanas de las habitaciones de los chicos.

Y luego los autobuses han llegado un poco tarde al albergue, y algunas estaban nerviosas porque pensaban que íban a llegar tarde a la Warner y tendrían que hacer un montón de colas paras subir a las atracciones; y aún más cuando hemos tenido que esperar bastante hasta tener las entradas. De hecho, al entrar, cuando nos íbamos a hacer la foto de grupo algunos como Mikel, Igor, Alejandro, Íñigo... ya se estaban yendo antes de que algunos estuviesen preparados. Y otros, como Álvaro, Javi, Mikel, Cristopher y  Juan Carlos ya habían bajado varias veces en las cataratas antes de que los profesores nos tomásemos un café reparador.

Un grupo de chicos y chicas se han ido juntando en las colas de las montañas rusas hasta formar una piña de veintitantos chavales que daba miedo: Irene, Maialen, Itsaso, Nayra, Mireia, Raissa, Nora, Nerea, Irune, Laura, Ainhoa, Mai, Irati, Ahizea, Aida, Mireia, Eneko, Aitor, David, Iker, Gorka y muchos más se han juntado para comer ocupando 5 mesas, aunque parece que lo que les han dado no les ha convencido: según sus propias palabras para comer les han dado una pizza que tenía el queso rancio, el jamón gris y el tomate estaba mal repartido, y de postre un yogur que era como el Slime, ese blandiblu rosa que metías el dedo y hacía pedos. Eso sí, las patatas estaban ricas.

Por su parte Josu Jon, los mellizos Iker e Unai, Ander, Dani, Beñat, Iker, Markel, Jon A, Diego, Marcos, Álvaro e Imanol  tras empaparse hasta el ombligo en los rápidos se han secado por 2 euros en bloque en una cabina de secado rápido. Y tras eso han ido a pillar unos muñecos. De hecho, mientras Ander G fallaba una vez tras otras hasta conseguir su muñeco, Unai lo ha conseguido a la primera. No ha sido el día de algunos en lo que se refiere al juego: Por la mañana el grupo formado por Ander G, Naroa, Laura, Ainara, Andoni, Xabi, Aritz y Koldo  han intentado de todas las maneras posibles encestar unos balones de baloncesto en unos aros elípticos en los que difícilmente podía entrar el balón. Claro que ya lo dice el refrán: afortunado en el juego, desafortunado en amores, y viceversa...

Ha habido quien ha preferido la tranquilidad a la emoción, y por ejemplo Ana, Ane, Javi, Aitor y Ainhoa, cuando han cerrado las atracciones fuertes por viento, han ido a hacerse una foto del Oeste mientras Leire, que le daba un poco de vergüenza, esperaba mirando escaparates. O Jon, Sergio, Josu y Unai que han ido a las montañas rusas con menos colas para poder montarse en ellas sin agobios: menos emoción, tal vez, pero más tranquilidad, sin duda.

Guillermo y María han decidido montar en las montañas rusas, y en la de Batman han acompañado a Maialen, Noelia y Ane, aunque Noelia y Ainhoa se mareaban y han preferido no subir con ellos. Por la tarde Meiya y Eli han montado con su profes en la atracción de Supermán, y Meiya se moría de risa con María, que mientras los vagones subían la montaña, gritaba noporfavornoporfavornoporfavor!!! Naia y Sarai se han escondido para no subir. Claro, así es muy fácil reírse de las profesoras... ;)

En fin, de un modo u otro, todos han disfrutado de un día magnífico en la Warner, y ahora, con la pena de tener que volver a Bilbao, en su recuerdo quedarán estos 4 días intensos y llenos de emociones.






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