Cuarto día: la Warner

Este segundo día de viaje lo hemos pasado íntegramente conociendo la ciudad de Madrid, de norte a sur y de oeste a este. Hemos empezado el día dirigiéndonos a la Plaza Mayor, donde poniendo la oreja a un guía que pasaba por allí nos hemos enterado de que fue hecha por Carlos III, y que se financió gracias a la venta de los pisos que dan a la plaza, se ve que la especulación inmobiliaria nos viene de antaño. También hemos sabido que la estatua del centro representa a Felipe II, el de los polvorones, y ahí que nos hemos ido a hacer la primera foto de grupo, aunque alguno ya se ha ganado la primera reprimenda del día por llegar tarde. (Si quieren saber si su hijo es de esos, solo tienen que mirar si está o no en la foto). 

De ahí hemos continuado a paso de adolescente desganado hacia el templo de Debod, donde... Donde no hemos estado porque a ese paso era imposible que pudiésemos llegar a tiempo a ver el Palacio Real, nuestra visita prioritaria de la mañana, así que nos hemos quedado esperando en el patio del Palacio, haciendo vídeos y selfies hasta que hemos podido entrar a verlo. El Palacio es espectacular por dentro, y la guía de uno de los grupos nos ha amenizado la visita haciendo referencias a Euskadi y guiños en euskera.  

Otra vez a cruzar Madrid, en esta ocasión hasta el Museo del Prado, donde tras comer rápidamente el bocadillo hemos entrado a hacer visitas temáticas, y luego en algo de tiempo libre recorrer la pinacoteca disfrutando de alguna de sus maravillas: Rubens, Goya, El Greco, Velázquez... aunque ha habido quien ha pasado un poco de miedo y mal rollo contemplando el jardín de las delicias.

Para rematar el día hemos ido al Centro Comercial Xanadú, a tiendear un poco y a cenar, y ya de vuelta al hotel, donde a esta hora ya están todos nuestros alumnos dormidos y dejando dormir (ironic mode OFF)